UNIVERSIDAD MARISTA DE MÉRIDA A.C.

Bendición e inauguración del auditorio de la Universidad Marista de Mérida

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El nuevo espacio lleva el nombre del vicerrector, «H. Pablo Hernández García» de dos plantas, tiene capacidad para 550 personas.

El auditorio «H. Pablo Hernández García» fue bendecido e inaugurado este lunes. Con la presencia del Arzobispo de Yucatán, Mons. Gustavo Rodríguez Vega, y el superior de la Provincia de México Occidental, H. Miguel Santos Villarreal, este espacio abrió oficialmente sus puertas.

A las diez de la mañana, al concluir la asamblea anual de asociados de la Universidad Marista de Mérida, la comunidad se dirigió al nuevo auditorio. Ahí, Mons. Rodríguez Vega, acompañado del capellán de esta casa de estudios, Pbro. Jorge Carlos Menéndez Moguel, bendijo las instalaciones. El prelado recordó su formación marista en Monterrey.

Una formación que te marca la vida, consideró, invitando a los alumnos y maestros maristas a aprovechar este nuevo espacio, donde el conocimiento y saber se transmitirá y generará para el beneficio de la sociedad.

Posteriormente, el rector Miguel Ángel Baquedano Pérez recordó el proceso de construcción del auditorio, diseñado por los arquitectos Mario A. Peniche López, Jorge Carlos Zoreda Novelo y Javier Muñoz Menéndez, director de la Escuela de Arquitectura y Diseño. A ellos les agradeció su esfuerzo, al igual que al ingeniero Eduardo Novelo Alvarado.

Con forma triangular, el nuevo auditorio «H. Pablo Hernández García» tiene espacio para quinientas cincuenta personas. Se encuentra ubicado en la entrada del campus, junto al edificio elíptico de la biblioteca «H. Pablo Agustín Aguilar Aguilar».

En su intervención, el presidente de la junta de gobierno y rector fundador Juan Carlos Seijo Gutiérrez, recordó que todos los edificios del campus llevan el nombre de un hermano marista. El vicerrector Hernández García es el primero que recibe esta distinción en vida.

«No hay enfermedad que merme el entusiasmo y entrega de don Pablo», reconoció el rector Baquedano, al igual que el presidente de la junta de gobierno, Seijo Gutiérrez, quien leyó una breve semblanza del religioso, misma que desde ayer se puede leer en la placa conmemorativa que se develó a la entrada del nuevo edificio.

«Pablo Hernández García nació el 30 de junio de 1927 en Arandas, Jalisco. Tierra de cristeros y en tiempo de persecución religiosa. Bautizado en la fe católica en una familia ejemplar, fue invitado a formar parte de la familia marista a temprana edad, invitación que aceptó aún sin conocer cabalmente lo que esto significaba. Así, en 1939, salió rumbo a Cuba para iniciar su formación marista por tres años en Cienfuegos.

«Regresó a México para continuar su camino en 1942, donde emitió sus primeros votos el 8 de diciembre de 1944. Logró los grados como educador y maestro en Filosofía.

«Ha entregado su vida al servicio de la juventud en las ciudades de Querétaro, México, Morelia, Los Mochis y la mayor parte de su apostolado en Mérida. Con su testimonio de sencillez, amor al trabajo y gran devoción a la Virgen María ha sido un pilar fundamental y promotor incansable de la Universidad Marista de Mérida desde su inicio».

«Él es la conciencia, el lado humano» de la Universidad Marista, señaló Baquedano Pérez. Todos los días, desde que esta institución de educación superior abrió sus puertas, primero en las instalaciones del Centro Universitario Montejo, después en el Periférico Norte, el hermano Hernández García es uno de los primeros en llegar; él le da la bienvenida a los alumnos.

Visiblemente conmovido, el vicerrector agradeció el gesto, apuntando que «hay otros que se lo merecen más». Consideró que la apertura de este espacio marca un hito universitario.

El último en intervenir en esta emotiva inauguración fue el hermano Santos Villarreal, quien aseguró que el ejemplo de don Pablo Hernández servirá a las generaciones actuales y futuras de la Universidad Marista la importancia de la humildad, sencillez y modestia, hilos conductores de la vida del vicerrector, que este junio cumplirá noventa años.

Auditorio del siglo XXI
Encabezado por Muñoz Menéndez, el grupo de arquitectos ideó este espacio en respuesta a la creciente matrícula de esta casa de estudios, que alcanza actualmente dos mil setecientos alumnos, en quince licenciaturas. El auditorio tiene dos pisos; el escenario fue concebido para dar cabida, incluso, a una orquesta sinfónica completa. El espacio cuenta igual con un amplio mezzanine, en el nivel superior.

Conserva los elementos característicos de la arquitectura de esta casa de estudios, cuyas cartelas de concreto se han convertido en su distintivo. «La Universidad Marista de Mérida la sostienen columnas y personas», suele decir el rector Miguel Ángel Baquedano Pérez, haciendo énfasis en la singular, única arquitectura de este conjunto.

Este auditorio es la última expresión de un proceso de expansión. En años anteriores, se terminó de construir el Edificio H, que alberga aulas para la Escuela de Ciencias de la Salud, así como el Edificio I, de intendencia. Varios espacios del Edificio G fueron adecuados para que ahí funcione el Centro de Simulación Montagne, donde alumnos de las licenciaturas en Medicina y Fisioterapia y Rehabilitación pueden practicar con robots diversos procedimientos médicos. Este centro para adquirir competencias cuenta con tecnología de punta y es uno de los más completos de México. 

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